martes, 20 de diciembre de 2016

Reseña PC: Momodora: Reviere Under the Moonlight

 

Momodora IV tarde o temprano tenía que caer por estos lares y en cuanto tuve la oportunidad de poseerlo no dude ni un solo instante. Desde que conocí de su existencia y luego de indagar un poco más sobre la saga sentí que estaba enamorado gracias a su pinta que irremediablemente se hace comparar con dioses de su género como Castlevania SotN, y es que la última entrega de esta saga; que es relativamente joven, contaba con todas las papeletas de ser un juego a tener muy en cuenta en la escena indie por su cuidada estética en pixel, una ambientación sombría que engancha al primer vistazo y una jugabilidad que prometía desde sus primeros videos acción y exploración con altas dosis de dinamismo...he aquí mi reseña sobre si al final supera las expectativas y no se queda en una buen impresión inicial solamente.


Momodora IV, que en realidad se llama “Momodora Reviere Under the Moonlight, se estrenó en la tienda Steam a principios de marzo de 2016 y su caso es cuanto menos curioso, dado que la tercera entrega, Momodora III, está al absurdo precio de 25 pesos que al cambio apenas supera el euro, y las dos primeras partes se pueden conseguir de formagratuita en el siguiente sitio. Básicamente estamos hablando de la primera gran apuesta del pequeño estudio “Bombservice” para hacerse un hueco en esta encarnizada guerra que no tiene piedad a la que llamamos industria del videojuego.

 

El título que hoy reseñamos es lo que se puede deducir a simple vista, un juego de acción plataformero con tintes de exploración que recuerda tanto a la saga Metroid cómo Castlevania pero que por desgracia no le llega a la suela de los zapatos a ninguno, no quiero decir que Momodora IV sea una putísima mierda... pero cuando hablamos de mecánicas de juego y posibilidades este resulta ser demasiado simple. Desde el principio contamos con un abanico de movimientos que se amplia muy poco conforme avanzamos en la aventura y las armas que disponemos para hacerle frente a la horda de monstruos son únicamente las que tenemos también en el inicio; estas son: una hoja mágica de árbol que funciona como una suerte de espada a corta distancia y un arco para atacar de lejos. Además de esto contamos con un movimiento evasivo para rodar por el suelo y el clásico salto doble.

Esto al principio rifa un puto huevo, el tener a un personaje que se nota versado en el noble oficio de partir madres en lugar de un imbécil que apenas puede levantar la mano da pie a que las cosas se pongan intensas desde un inicio, además de vernos obligados a dominar a nuestro personaje aprovechando todo su potencial... pero sabes que algo falla cuando te pasas todo el pinche juego haciendo lo mismo una y otra vez. Hace falta esa retroalimentación de parte del juego en forma de incentivos para seguir avanzando sin caer en la rutina como pasa en este caso y eso es importante pues estamos hablando de un título que apenas supera las 4 jodidas horas, al final que dure tan poco ayuda a que no caiga en una profunda monotonía.

Aun siendo un juego bastante plano en este aspecto tiene sus cosas interesantes, la más notoria es obtener la habilidad para convertirse en gato y que nos permitirá acceder a sitios inéditos, recorrer mayor distancia al saltar y ser más veloces, junto a la habilidad de esquivar en el aire poco más tenemos a destacar. La única manera de realmente notar un crecimiento en nuestra protagonista es por medio de diversos potenciadores que podemos encontrar por la zona o gastando dinero en los diferentes vendedores, ninguno es necesario para completar el juego aunque algunos facilitan las cosas hasta cierto punto. Estos objetos tendrán nombres muy rimbombantes pero a efectos prácticos suben algunos de nuestros parámetros, ayudan a recuperar energía o hacen que la barra de esta misma aumente.

 

Dado que el factor rolero está en su mínima expresión la pericia de nuestras manos será crucial para completar con éxito nuestra misión. El contraste que existe entre la sacerdotisa que manejamos y los enemigos que alegremente hace polvo es bestial en todos los sentidos; a diferencia de nosotros, la gran mayoría de los enemigos apenas se mueven y esperan a que nos acerquemos para atacar, pero para compensar que parecen estar encadenados al piso pegan como todo un señor, apenas 3 golpes pueden bastar para matarnos de forma definitiva, para este fin tenemos una variedad aceptable de contendientes: calaveras que disparan magia, calaveras que tienen espadas gigantescas.... brujas que vuelan, brujas que lanzan magia, brujas que tienen un bastón para ataques a distancia y brujas que vuelan mientras usan un bastón para lanzar magia a distancia;sí, la variedad está ahí.

Los jefes de zona son para dar de comer aparte. Son infinitamente más poderosos y rápidos y sus patrones de ataque no se limitan a un solo movimiento, es probable que casi todas nuestras muertes sean a causa de un enfrentamiento con ellos. De todos modos su accionar no es impredecible y en un solo intento o después de unos cuantos serán pan comido... mención especial al jefe final de todo el juego que tiene el patrón más simple de todos los pinches monstruos.

 

El mapa que vamos recorriendo sigue la misma tónica dado que su exploración es muy limitada y sin duda alguna es lo que más me duele de todo el conjunto. Más allá de los potenciadores no existen apenas cosas que nos inciten a explorar; bueno, la caza de unos bichos, y el perderse o el volverse para desbloquear zonas nuevas pasa en escasas ocasiones, o sea que no se puede ser más lineal porque no se puede.

 

Aun con estas fallas me gustó mucho el juego, es lo más parecido a un Castlevania que he jugado desde hace eones y se notaba que tenía ganas de algo del estilo. Sí, el mapa no da para perderse y se echa en falta acertijos y accesos difíciles que nos hagan emplearnos a fondo con nuevas habilidades pero eso no quita que moverse por la ciudad maldita sea una puta delicia y el combate con todo y su simpleza resulte extrañamente satisfactorio. La sacerdotisa responde a la perfección y el acceso rápido a nuestras habilidades asignadas es muy cómodo, será mera divagación mía pero siento que el afán por ofrecer un control que se nota mimado les ha pasado factura a la hora de cuidar otros aspectos, no quiero sonar condescendiente pero hay qué tener en cuenta que hablamos de un estudio conformado por apenas tres personas.

El apartado técnico está muy chulo, se es bien sabido que la estética pixel es una de mis debilidades y el usado en Momodora IV me parece bastante bonito. La primera zona, la del bosque, me parece una puta pasada pero todo lo que conforma la ciudad, el 80% del mapa, lo es aun más. La ambientación es oscura y solemne, las afueras del castillo con esa penetrante luna roja que se cierne sobre la arquitectura mientras recorremos un puente con agua alrededor reflejando nuestra figura en total penumbra, iluminados por las farolas es una de las postales que podemos sacar del juego. Todas las zonas que visitamos tienen esos aires decadentes pero con una belleza intrínseca que enamora: un parque marchito, un monasterio sumido en la oscuridad con monjas que rezan en silencio o las casas poseídas por demonios son algunas de las localizaciones que deberemos visitar, toda con un detalle y estética que en lo personal se lleva puros halagos.

El diseño de personajes y enemigos también me agrada aunque, como en todos lados, existen opiniones divididas que prefieren la estética chibi de los primeros episodios o directamente les desagrada. Tampoco son diseños la mar de vanguardistas pero algunos como la misma sacerdotisa, la soldado que de forma recurrente se cruza en nuestro camino o la mega bruja de los pechotes han calado bastante en la comunidad de fanart, sorpresa ninguna.

 
Lo esperable vamos

La banda sonora no pasará a los anales de la historia, sí tiene temas que se escuchan bien y ambientan genial pero ninguno que traspase las barreras del olvido después de algún tiempo, en varias zonas se ha optado por prescindir de música alguna para dar paso a sonido meramente ambiental,todo sea para crear atmósfera de tensión... supongo.

Por último y menos importante, está la historia, presentada de forma incomprensiblemente diluida. Estoy a favor de que no en todas las historias debes ser el centro del mundo y dejar que tus alrededores te quieran contar detalles del universo está chido pero Momodora IV no se presta para eso y realmente siento que ocultar parte del contexto para que lo descubramos hablando con los diferentes personajes o leyendo la descripción de objetos hace que se pierda el poco interés que genera una historia tan simplona y con tan poca chicha en realidad. En resumen, somos una sacerdotisa seleccionada para derrotar al mal que engendró en un reino cercano a nuestras tierras con ganas de pervertirlo todo, de vez en cuando nos encontraremos con gente que nos revelará qué pasa y así.

 

En conclusión. Por 109 pesos que vale el juego tienes de 3 a 4 horas de aventura en una primera partida que puede extenderse si nos ponemos coleccionistas, queremos sacar el final bueno u obtener los logros que van desde no morir en toda la partida, evitar matar a enemigos comunes o pasar todo el juego en la dificultad máxima; donde morimos de un golpe. A menos que realmente te llame la estética mucho y tengas ganas inmensas de probar algo que recuerda un poco a Castlevania recomiendo esperar una rebaja, digo... por 109 es un poco difícil recomendarlo, pero por 50 o menos lo recomiendo muchísimo y para la tarde que te va a durar siento que la experiencia vale la pena.

TOTAL: 7

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